Legumbres de pequeño tamaño e intenso color verde, de sabor exquisito, piel extraordinariamente fina, y textura de excepcional mantecosidad, lo que hace que armonice especialmente con pescados y mariscos.
Nutritiva, sabrosa, mantecosa, de piel finísima, son algunos de sus atributos, que le otorgan su gran versatilidad, pudiendo cocinarse con ella desde la clásica fabada asturiana, hasta platos más actuales, ya que maridan perfectamente tanto con carnes como con pescados.